Cuando voy con mi hijastra a la playa sé que ella me va a sorprender. El océano, el enorme cielo y la suave brisa hace que ella se ponga cachonda al instante. Luego de un rato caminando por la playa ella no resiste más y me hace una mamada sin importarle si alguien nos ve. Una vez que mi verga está bien dura, yo me dedico a cogerla duro, disfrutando de su apretado coño laino mientras las olas nos golpea y la arena se pega a nuestros cuerpos!