Cuando mi madre me mandó a buscar a mi hermanastra, jamás me imaginé que eso iba a cambiarme la vida. Mi hermanastra se estaba duchando y pude ver sobre la cama la lencería sexy que ella se iba a poner. No pude evitar y masturbarme con esas prendas tan sensuales. Yo estaba tan cachondo que cuando ella sale de la ducha, no tuve tiempo a irme, y me escondí en el ropero. Ella me sorprende con sus bragas en la mano y me amenaza con decirle a mi mamá si yo no le muestro lo que yo estaba haciendo. Sin salida, tuve que masturbarme con sus bragas delante de mi hermanastra. Ella, para mi sorpresa, comienza a masturbarse mientras me mira la verga y luego me hace la mejor mamada que me hicieron en mi vida. Ya muy cachondos cogimos en varias posiciones hasta que le lleno el coño con mi leche!