Mi hijastra está cachonda 24/7, y yo ya ni siquiera me molesto en vestirme. Mientras yo descanso desnudo en el sofá, ella se acerca y va directo hacia mi verga. Cómo decirle que no a una putita tan fogosa como ella? Su experta boca deja mi verga bien dura y luego procedo a disfrutar del apretado coño de mi cachonda hijastra.