Como psicólogo, he escuchado muchas historias, pero el planteo que hace Sofía me ha tocado el corazón. Ella quiere hacer porno para poder tener tiempo de disfrutar la vida y también porque ella necesita tener mucho sexo. Al escucharla, yo le confieso que he sido actor porno para pagar mis estudios y noto en la mirada de ella que le gusta oír eso. La química que se genera en el consultorio es innegable y poco a poco nos acercamos el uno al otro. Ella es la que rompe el hielo, proponiéndome volver a hacer porno para acompañarla en su camino a un mundo nuevo. Cómo decirle que no a una mujer como esta?