Mientras mi esposa limpia la cocina, la putita de mi hijastra me sorprende proponiéndome tener sexo en la sala. La adrenalina recorre mi cuerpo mientras estoy atento a no ser atrapado por mi esposa. Mi hijastra tiene menos preocupaciones que yo y me hace una mamada en el sofá. Nos movemos detrás del sofá donde podemos coger intensamente, a pocos metros de mi esposa que no sospecha nada!