A mí me encanta ver cómo mi hijastra lame su helado. Ella usa su lengua de manera traviesa y me mira mientras saborea con deleite. Ella sabe que no sólo vinimos a comer helado, por eso ella no se sorprende cuando yo saco mi verga del pantalón. Ella con actitud complaciente se acerca y me hace una mamada, combinada con el helado que a ella le gusta tanto!