No hay nada que yo disfrute más que pasar tiempo de calidad con mi padrastro. Él reserva una lujosa habitación en un hotel, con piscina y todos los lujos para pasar intensos momentos de placer. Yo me convierto en su putita complaciente y él dispone de mi cuerpo como a él le dé la gana. Ambos disfrutamos mucho y siempre estamos cachondos cuando estamos juntos!