Un día cualquiera, mientras me encargo de lavar ropa, mi tía me dice de almorzar juntos y luego ella se da una ducha. Cuano ella termina, viene a mi habitación envuelta en una toalla y hablamos sobre qué comer. Lo que yo no esperaba bajo ningún punto de vista es encontrarme unos minutos después a mi tía viendo porno y follándose el coño con un poderoso vibrador. Ella se avergüenza por la situación, pero yo me pongo muy cachondo. Aprovecho que ella no tuvo su orgamos y le muestro mi verga casi erecta para ver si ella se atreve a dar el primer paso. Como hipnotizada, ella mira mi verga y se la mete en la boca, dándome una mamada espectacular. Luego finalmente y luego de muchas pajas pensando en ella, puedo cogerme duro a la milf de mi tía!