Samara Lanz está ansiosa. Sabe que Jean Pallet está por pasar a buscarla y eso la pone muy cachonda. Las palmas de las manos le sudan y el coño se le moja de solo pensar en esa verga dura que en breves momentos será de ella. Apenas Samara se sube al coche, ella busca con ansias el objeto de su mayor deseo, la verga de Jean Pallet. Samara pajea la verga y le hace una mamada estupenda mientras Jean Pallet conduce con la verga dura. Ya en el hotel ambos se entregan al placer, y cogen duro, como si no hubiera un mañana.