Mi hermanastra siempre me puso muy cachondo. Lo admito. Es una compulsión que tengo de observarla dormir y tocarme la verga mientras me imagino que me la cojo. Un día no puse soportarlo más y comencé a acariciarla. Apretar el culo perfecto que ella tiene mientras la veo completamente desnuda me puso la verga muy dura! Cuando ella se despertó me asusté, pero pude convencerla de guardar un secreto. Un secreto muy nuestro y bien guardado!